Padre que Ninguno ocupe tu lugar:
La orden de Dios es que cada padre enseñe a sus hijos. Todo acontecimiento de la vida diaria debe ir asociado a pensamientos referentes a Dios. Este es uno de los deberes especiales de todo padre y no debiera ser delegado a otra persona. Que ningún labio extraño tome vuestro sagrado deber, Solo los corazones amorosos del padre y de la madre deben instruir a sus hijos.
Cada joven debe ser educado a fin de poder discernir a Dios tanto en las escenas de la naturaleza como en las palabras de la revelación. Las estrellas del cielo, los árboles y las flores del campo, las elevadas montañas, los riachuelos murmuradores, todas estas cosas hablan del Creador. El servicio solemne de sacrificio, el culto matutino y vespertino, las palabras leídas en las sagradas escrituras y pronunciadas por los profetas son una revelación de Dios.
Tal fue la educación de Moisés en la humilde choza de Gosén; de Samuel, por la fiel Ana; de David, en la morada montañesa de Belén; de Daniel antes de que el cautiverio lo separara del hogar de sus padres. Tal fue, también, la educación del niño Jesús en Nazaret; y la que recibió el niño Timoteo quien aprendió de labios de su “abuela Loida” y de su “madre Eunice” las verdades eternas de las Sagradas Escrituras.
¡¡¡¡Felicitamos a todos los padres en su día!!!!